Libia enfrenta una catástrofe sin precedentes después del paso del ciclón Daniel, que ha dejado una estela de destrucción y muerte en su camino. Hasta el momento, se han registrado al menos 5.300 muertes, pero las autoridades locales temen que esta cifra pueda duplicarse en los próximos días debido a la magnitud del desastre.
Inundaciones letales en Libia y un mar implacable
El ciclón Daniel desató inundaciones devastadoras en varias ciudades del este de Libia, pero Derna ha sido la más afectada. Las lluvias rompieron dos represas sobre la ciudad, desencadenando un torrente de agua que arrasó barrios enteros y edificios de varias plantas, donde muchas familias quedaron atrapadas mientras dormían. Las olas alcanzaron alturas de hasta 7 metros, según Yann Fridez, jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Libia.
El mar, implacable, sigue devolviendo cuerpos a la orilla, lo que ha abrumado a los equipos de búsqueda y rescate. “El mar arroja constantemente decenas de cadáveres”, advirtió Hichem Abu Chkiouat, ministro de Aviación Civil de la administración que dirige el este del país.
Desplazados y un llamado urgente de ayuda internacional
Además de las víctimas mortales, al menos 30.000 personas se han visto desplazadas en Derna, según la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU (OIM). La ciudad sigue siendo prácticamente inaccesible para los trabajadores de ayuda humanitaria, lo que agrava aún más la situación.
La magnitud de esta tragedia resalta la vulnerabilidad de Libia, que ha estado sumida en conflictos desde 2011, lo que ha dejado la infraestructura en un estado precario en muchas áreas. Ante esta situación, se hace un llamado urgente a la ayuda internacional para atender las necesidades de las decenas de miles de personas que han perdido sus hogares y enfrentan condiciones extremadamente difíciles en medio de esta tragedia sin precedentes.
