En una nueva jornada del fútbol profesional colombiano, el Once Caldas de Manizales volvió a perder en su estadio Palogrande, esta vez frente a la Alianza Petrolera con un marcador de 1-2. Lamentablemente, este resultado desencadenó desmanes en la ciudad, disturbios y daños en varios vehículos de la policía y en alcantarillas de la zona.
Los mal llamados «hinchas» protagonizaron actos vandálicos en las calles cercanas al estadio, arrojando piedras, botellas y otros objetos contundentes a la policía y a los vehículos que se encontraban en el lugar. Además, se reportaron destrozos en establecimientos comerciales y en mobiliario urbano.
Las autoridades locales condenaron estos actos de violencia y anunciaron que se tomarán medidas para identificar y sancionar a los responsables. Asimismo, hicieron un llamado a la ciudadanía a no permitir que este tipo de situaciones sigan ocurriendo en el marco de los eventos deportivos.
La derrota del Once Caldas en su estadio es un resultado que debe ser asumido con deportividad por los aficionados del equipo y no debe ser motivo para la violencia y el vandalismo en la ciudad. La seguridad y el bienestar de la población deben ser siempre una prioridad en cualquier evento deportivo.
