Caldas

Ejército contribuye al desarrollo rural del oriente caldense construyendo placas huellas

La mano de obra de los soldados ha permitido construir en un mes, más de 100 metros de placa huella que beneficia a más de 1.300 campesinos.

Los soldados del Batallón de Infantería n. °22 Batalla de Ayacucho adscrito a la Octava Brigada del Ejército Nacional, recorren a diario miles de kilómetros para contribuir al desarrollo del área rural del departamento de Caldas, en la Vereda El Congal del municipio de Samaná, trabajan arduamente con la comunidad en la construcción de placas huellas, una obra a desarrollar en varias fases y que beneficiará a más de 1.300 campesinos de la región.

El Congal continúa siendo, en Caldas y en el país, un referente de resiliencia, una comunidad que renace de las secuelas de la guerra y de ver sus viviendas reducidas a cenizas, lo que los hizo huir por caminos de herradura.

El Sargento Viceprimero Hugo Alberto Tangarife Hurtado es un hombre campesino y soldado de la patria, quien junto a sus soldados recibió hace más de un mes, la misión de llegar hasta la vereda y trabajar por el progreso y desarrollo de la mano de los integrantes de la Junta de Acción Comunal.

Todos los días a partir de las 3:30 de la mañana, los militares empiezan su jornada acompañada del armónico canto de las aves, recorren montañas y saludan a los campesinos cuando cruzan por los portones de sus fincas hasta llegar a la obra. En medio de historias, anécdotas y risas, se organizan con la comunidad y entre carretas, palas y piedras toman posiciones para trabajar hasta las 4:00 de la tarde, construyendo un sueño, el de una vía que les permita mover sus productos agrícolas de manera más fácil y segura.

“Ver la cara de felicidad de la comunidad es motivante para nosotros, escuchar sus historias y saber que el sacrificio que realizan para que, productos como el plátano, maíz, aguacate, entre otros, se movilicen a las zonas urbanas disminuirá con este trabajo, nos da ánimo para seguir adelante, para demostrar que bajo este camuflado hay personas que trabajamos por el bienestar de todos sin esperar nada a cambio”, explicó el Sargento Viceprimero Hugo Alberto Tangarife Hurtado.
El Ejército Nacional, además de proteger la vida de los campesinos con los recorridos de los soldados, le apuesta a la reconstrucción del tejido social, a la consolidación del territorio y a mejorar las condiciones de vida de la población campesina que se encuentra lejos de los centros poblados, quienes narran como han vivido el cambio después de la guerra.

Es el caso de Wilson Betancourt Herrera, habitante de El Congal quien asegura que se siente muy contento de ver a los soldados en su región: “hace años la gente veía un soldado y sabía que venían con rabia por los efectos de la guerra, hoy en día no, se siente uno antes muy seguro, inclusive con las requisas que hacen en las vías”.

Con las tropas de la Octava Brigada, el Batallón Ayacucho y el Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario n.°3, se continúa haciendo un esfuerzo significativo para reescribir la historia, llenar de valentía a las comunidades, pero sobre todo de esperanza y deseos de hacer parte de estos sueños.

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