Caldas

Con la entrega de armas, 72 hombres y mujeres soldados se comprometen con la seguridad de Caldas

Junto a sus familias, comandantes y autoridades civiles y los jóvenes de este contingente mixto recibieron su arma de dotación, con la que trabajarán por el bienestar y la tranquilidad de los 27 municipios del departamento.

En la Plaza de Bolívar de la capital caldense, Manizales, el comandante del Batallón Ayacucho acompañado del secretario de Gobierno de Caldas y Manizales, la Defensora del Pueblo, el personero, la Policía Nacional y la comunidad en general, realizó una sentida ceremonia militar de entrega de armas al primer contingente mixto de soldados, quienes terminaron su primera fase de instrucción.

Los jóvenes que prestan su servicio militar en Manizales, Caldas, inician la segunda fase de entrenamiento donde adelantarán actividades de ejercicios tácticos, maniobras de combate, capacitación en liderazgo, preservación del medio ambiente y Derechos Humanos, que finalizarán con el juramento de bandera para prometer, ante Dios y la Patria, defender el territorio caldense y sus habitantes.

Esta tierra, ha sido campo de muchas batallas y se ha arropado con la victoria que el paso de vencedores le ha otorgado; por eso este contingente mixto, con este acto, asume el legado del soldado infantería.

Durante la ceremonia, los padres de familia fueron protagonistas, es el caso de Sandra Janeth Suaza Álzate, mamá de una de las soldados que recibió su arma de dotación y quien expresó la felicidad de vivir este proceso: “Nos encanta la disciplina, el honor, es la mejor carrera que pudo escoger, una oportunidad de oro. Verla feliz nos llena de tranquilidad y orgullo, ella lleva esto en la sangre y en el Ejército también a encontrado una familia.”

Por otra parte, para Jhon Ever Orozco Bonilla, fue un momento nostálgico, en el que vio su vida como en un espejo retrovisor y rememoró la época de soldado “soy el hombre más feliz de la vida viendo como mi hija ha avanzado y el cambio tan bueno que ha tenido para la familia. Asumió la disciplina y al igual que yo, eligió prestar su servicio militar.”

Así mismo, la soldado Jesica Yulieth Tangarife López, expresó: “Esto es una emoción muy grande, son mucho sentimientos encontrados, siento mucha felicidad y orgullo por mi, me he adaptado muy bien. Me cambio la vida totalmente, le dió un giro de 180 grados y los pensamientos cambiaron. Todos los jóvenes deberíamos pasar por este proceso, que forja el carácter y el ser, esto no ayuda solo a quién quiera continuar con su carrera militar, también se forma y direcciona la vida.”

“Hoy le digo a mi amado padre lo creí y lo creo, si pude!, mi papá es un soldado retirado, y él fue mi fuente de inspiración, pero cuándo decidí hacer este proceso, él no tenía mucha fe en mi, porque yo he sido un poco indisciplinada, me ponía mis metas, iniciaba y las dejaba tiradas, entonces eso hacía que no tuviera un orden en mi vida. Hoy puedo mirar a los ojos a mi padre y decirle que soy tan fuerte como él, que no lo he defraudado y que como diría un adagio popular de tal palo, tal astilla” entre la sensación de orgullo y lágrimas de alegría puntualizó Tangarife López.

Allí radica la esencia de la vocación, en saberse una sola familia con el apellido colombiano y le recuerda a cada soldado la indeclinable misión de honrar a la patria desde la entrega, construir país desde todos los eslabones de la sociedad, escenarios posibles y diversos.

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